COMO CON TANTA GENTE



Fumando
Me pasó como con tanta gente:
Se me cayó ceniza del cigarro,
apresurada la cogí con estos dedos
para que no quemase el tapete,
y nada cogí
-algo frío grisáceo que ni quemaba ni era-,
me pasó como con tanta gente.
                                  Gloria Fuertes

Y llega un día en que nos damos cuenta de que esa persona no era amigo o amiga. Era tan solo un “falso positivo”. Cada uno tiene sus razones, no la verdad.

“-algo frío grisáceo que ni quemaba ni era- “

Y queda esa sensación de haber sido usado y después tirado y re-tirado sin miramiento. Mientras eras útil, saciabas algún vacío, acompañabas determinadas soledades, dejabas tu tiempo (que es el mejor regalo que uno puede ofrecer), todo era bonito, exclusivo, especial.

Otros, usándote en la utilidad del trabajo, adulando para conseguir saber y poder prescindir de ti no fueras a hacer sombra o evidenciases sus carencias, mintiendo sin pudor para al final hacerte sentir nada, inútil, prescindible e incapaz.

Soberbia, cuanta soberbia intelectual y personal, cuanto clasismo intelectual y vital, cuanto loco vestido de nobleza y gallardía, cuanto inútil mediocre. Cuanto ego, cuanto conmigo, a mí, me, cuanto mí mismo, cuanto yo y yo y yo.

Cuanto salvador del mundo, “servidores de la sociedad”, manipuladores de la vida, narcisistas de cloaca. Cuanto sicario de la honradez y la honestidad.

Pero cada uno tiene sus razones, sus puntos de vista, sus excusas debidamente amañadas, articuladas y justificadoras para sentirse bien y congruente, para mentir y mentirse.

Aunque pueda parecer chocante, la pandemia ha tirado abajo muchas máscaras tras la que se ocultaban muchas personas. Pero a ellas no les importa porque aún siguen teniendo la mascarilla que les proporciona la ilusión de ser no reconocidos en sus mentiras.

Lo que no saben es que ahora todo se mide por la mirada. Y que una mirada sucia se reconoce más que antes.

Con el paso del tiempo te das cuenta de quien está y permanece. No son muchos, pero no se necesita más.

                                                                                                                  JOSE ALFREDO ESPINOSA

RE-NACIMIENTO

Por todos los que somos SUPERVIVIENTES de algo, por la familia y los amigos que también lo son y que compartieron y aún comparten ese poso de desasosiego que produce el recuerdo. Por una SEGUNDA OPORTUNIDAD en la vida. Por lo IMPORTANTE, por la bondad y la complicidad, por los momentos ÚNICOS, por vosotros, que no estáis pero vivís en mi. Por el regalo de la vida.

Hoy vuelvo a recordar, es decir, vuelvo a pasar por el corazón (Del latín RE-CORDIS, como decía Galeano) momentos, imágenes, ausencias, lagrimas, vacíos, alegrías, esperanzas, anhelos, pérdidas…

Y después de recordar, entiendo y siento que vuelve a ser tiempo de vida, de creación y de futuro.

Me gustaría nombraros a todos y todas las que seguís acompañando mi día a día. Sois un tesoro a conservar.

Como decía Angel González:

Oigo

constelaciones: existes.

Creo en ti.

Eres.

Me basta.

Brindo por y con vosotros.

Por este mi CUMPLE-VIDA. 26 no es tanto.

Y como repito en mis entradas: por todos los que, ojalá, puedan tener una segunda oportunidad en la vida.

«Nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad y donde las gentes condenados a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra».

Gabriel García Márquez

Sé todos los cuentos

Y ahora a comenzar la aventura…

Comenzar a dar voz a los que no la tienen, a los que no interesa que la tengan, a los nadies vestidos de sombra y hambre.

A los que, como comentaré en otra entrada, no tienen sitio en la sociedad pero sí en la estadísticas, como decía El Roto.

Cómo justifican la vida los «listos ilustrados» forrados de academia a costa del desahucio de vidas, del robo de oportunidades, con esa insensible mirada borrosa para con el Otro. Una mirada que es sucia, interesada y desalmada.

Como no lo pudo expresar mejor León Felipe:

De lo importante

Iniciar. Valorar. Estimar lo vivo. Apurar el tiempo, el vino, los amigos, los paseos, los momentos, los diálogos, el olor y el sabor de lo importante, la calidez de la acogida.

Respirar aire limpio después de tanta suciedad y hastio.

Utilizar la palabra precisa, la que no miente. Hablar claro, despojarse de plástico y toxicidad.

Definirse, como lo haría Mario Andrade:

«quiero vivir al lado de gente humana…muy humana».

MI ALMA TIENE PRISA. Mario Andrade

Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de

aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…

Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los

primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que

quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se

discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos,

sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar

de su edad cronológica, no han crecido.

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.

No tolero a manipuladores y oportunistas.

Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más

capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.

Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.

Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…

Sin muchos dulces en el paquete…

Quiero vivir al lado de gente humana…, muy humana.

Que sepa reírse de sus errores.

Que no se envanezca con sus triunfos.

Que no se considere electa, antes de la hora.

Que no huya de sus responsabilidades.

Que defienda la dignidad humana.

Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…

Gente a quienes los golpes duros de la vida le enseñaron a crecer

con toques suaves en el alma.

Sí…,

tengo prisa…, por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan…

Estoy seguro de que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

Tenemos dos vidas y, la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una…

Reiniciar

No es fácil comenzar de nuevo, reinventarse, creer y crear utopías nuevas.

A veces, todo se vuelve borroso, casi como un desprecio. Pero aún nos queda tiempo para retomar lo vivido y mantener el compromiso vital que algunos se empeñan en destruir.

Aún es tiempo de una utopía renovada.